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jueves, 26 de marzo de 2015

DE VUELTA A LA TRAICIÓN


La traición siempre estuvo empapada en lluvia gris, se escribió en cheques sin fondos y fue de difícil digestión, siempre.
Al caer el día es cuando la mortandad de la palabra tiene sus picos. En la noche se olvidan las luces como en la cruz se olvidan quienes remacharon sus clavos. De mañana se recogen las monedas de la decepción, llenas de brillo pero sin valor. Es tan fácil echarse atrás que el mundo parece un desfile de cangrejos con resaca. Lo complicado es cumplir, mantenerse, resistir. Las debilidades son tercos mulos con sed que afloran a poco que huelan sangre. De agua roja derramada son los cuerpos. La traición siempre está de vuelta y no sé si bien repartida. En alguna ocasión, hasta al más pintado se le ha quedado mudo el móvil cuando hubiera deseado que gritara. Podría ser que el compromiso no funcionara bien, que no es el caso porque, lo que simplemente ocurre es que se echa atrás. Las traiciones son un cúmulo de pasos atrás donde podrás encontrar el tuyo, y el mío.

jueves, 19 de marzo de 2015

QUE RULE


La noche está en su punto más oscuro y a la luz le duele. La diversión se desparrama por los pellejos alicaídos de galanes con la jubilación de sobra traspasada. Los borrachos agotan sus hígados como si fueran los de otros. El carmín excesivo florece en labios cuarteados. La iluminación no hace justicia a tanto cuerpo de matadero. En un rincón se trapichea con cariño y los amores volátiles prometen eternidad. Todo el gentío se lo pasa lo mejor posible, sabiendo que al amanecer todo se convertirá en humo del desvanecimiento. Alegres hordas sudorosas bailan con desesperación. Hay mucho tránsito en los retretes, tanto que parece una rotonda en hora punta. El camarero no da abasto para tanta sed acumuladas. El tiempo parece acabarse ahora, ya. Y lo mejor está por llegar. El metro cuadrado está lleno de timadores a la busca de alegres víctimas. Cualquier bolsillo es un saco de secretos. Cualquier secreto tuvo su gran día cualquier noche. El dinero falso circula con igual dignidad que el verdadero. Un expolicía ha decomisado más de lo que su cuerpo puede aceptar. Hasta las almas más tristes intentan divertirse. El deseo no brilla por su ausencia. Nadie se guarda nada para el entierro. Y lo prometido nunca es deuda. Aquí la mejor canción no se deja para el final. Estando la música tan fuerte los come-bolas hacen su agosto. La felicidad es un bien común entre tanto desgraciado. Lo importante es divertirse hoy, ahora, ya.
La noche pone al día del revés, bocabajo. Los ciegos ven y los videntes sueñan.

jueves, 12 de marzo de 2015

GIRO DE TRESCIENTOS SESENTA GRADOS


Hace falta una vuelta completa para revivir emociones perdidas. El mareo las proporciona como mágico empujón de desorientación. La revuelta promete lo que cumple. Nada es falso si se siente. Mientras, la vida se va perdiendo en los sórdidos callejones del error. La necesidad de inventarse por enésima vez, agota. Hay más probabilidades de encontrar extintores caducados e inservibles cuando el fuego lo calcinó todo que cuando acaba de prender. Solo se piensa en la segunda oportunidad cuando la primera dio al traste. El círculo lo simboliza con exactitud. Tras la cúspide solo hay bajón. Tras la euforia solo hay hastío. Y tras la muerte solo hay más muerte.
Salir de un mal paso no es fácil si el camino se diseñó torcido. Las curvas son tan seductoras como engañosas, te devuelven al principio del final. En algún momento todo hijo de vecino necesita un cambio, o dos. Todas las almas necesitan regeneración antes de llegar a desaparecer. Todo el mundo ansía nuevas sensaciones al ser atropellado por la tozuda rectitud de la realidad. Y todo el mundo da un patético y desesperado giro de trescientos sesenta grados para cambiar nada.

jueves, 5 de marzo de 2015

LLUVIA DE COLORES


Deseó la llegada del buen tiempo para cambiar colores por grises, tiernas cicatrices por heridas y satisfacción por hambre. Buscó escapar del daño con furia poniendo sus piernas al límite del éxtasis en una carrera contrarreloj. Fatigó su palpitar hasta poner en peligro sangre y vida con la desesperación de un loco triste. Se armó de valor para conseguir escapar de las desalentadoras ruinas más sombrías. Esperó con fe un cambio sin razones para ello. Mientras, el guion aullaba en su contra. Caminó hacia un final soñado aunque bajo sus pies solo hubiera precipicio. Se negó a dejarse llevar por la melancolía del perdedor. Mientras, el bosque se hacía más y más oscuro, más y más extraño. Las grises nubes relucían metálicas como filos de cuchillo, descargando navajazos de granizo en blanco y negro. No fueron suficientes para enterrar con frío su alma. Y siguió soñando orgulloso. Y siguió esperando la lluvia de color. Y llegó. Y se fue con él.