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jueves, 25 de febrero de 2016

RUMBO A LAS ESTRELLAS


De joven se mira a lo alto sin conocer la tierra que se pisa despreciando descaradamente su firmeza tan útil como necesaria para no salir despedido hacia el espacio infinito sin posible retorno. El cordón umbilical es muy frágil y deviene en total olvido si no se alimenta con fruición la empatía, la humildad y el desfasado amor. Se está fuera de onda al practicar la bondad y el desinterés. Simplemente es de marcianos ser compasivo además de ser un perfecto gilipollas en su amplia extensión de la palabra.
La juventud, con su tropical efervescencia, te confunde. Y si no dejas pasar un prudencial tiempo, te aboca al error en bucle. Sueñas como un incontrolable volcán y vives como un crucigrama relleno de falsas respuestas sin posibilidad de corrección por la fogosa vanidad con la que fueron escritas. Aprendí a amar cuando menos me quisieron. Cuando sentí el engaño y los celos, es cuando más mísero fui. Y comprendo su fuerza. Pero, al dejar atrás la voluptuosa juventud, sé que no es más que una distracción que te aleja de lo realmente importante. Somos pequeños planetas expuestos a la ley de la gravitación universal, minúsculos cometas errantes en busca de ojos enamorados que se asombren a nuestro paso.   

viernes, 12 de febrero de 2016

DE PRINCIPIO A FIN. (A David)


Ir juntos desde el principio os llevará al fin. A veces el fuego alimentará vuestra pasión. A veces ese mismo ardor os dejará helados. Podrá ser un placentero suspiro o una larga agonía. Dependerá de un cúmulo de incontrolables circunstancias tan firmes como los párrafos de un horóscopo de cualquier periódico carente de fecha actual. Lo que un día fue asombroso se convierte en vulgar tedio.
El día que os encontréis más unidos será el inicio de la separación. Tardará más o menos pero seguro que os parecerá más que menos. Los corazones saltan por el aire cuando sufren de arritmias. Simplemente explotan cuando sufren.
Ir juntos de principio a fin os llevará a la insatisfacción pero, y aquí es donde reside la gracia, os dará motivos para creer que otra opción podría haber sido la buena.
La infelicidad compartida no es más que una suma de solitarias infelicidades.
El amor es una intensa patada al corazón. De principio a fin.