La palabra amor se parece a la palabra mareo. Te voltea y te confunde en perfecto equilibrio. Desde el primer relámpago no sabes si disfrutar o salir corriendo, si entregarte o desaparecer. Cuando, reblandecido por el ansia de amar, le preguntas a la amada si a ella también se le doblan las rodillas te contesta afirmativamente, pero a causa de tu peso. Cuando, tus revolucionarias hormonas toman el mando dejándote imbécil, le preguntas por el estado de las de ella, te deja caer que bastante tienen con lo suyo. Como para apiadarse de las extrañas.
Recuerdo un desamor patético y doloroso: Fue el primero. Tendría siete u ocho años. Se trataba de mi amiga invisible. Me dejó tras una discusión de lo más trivial.
A partir de entonces arrastro una desmesurada inseguridad en lo concerniente a relaciones amorosas que me hace preguntar más de la cuenta: ¿Debería quedarme o debería irme? ¿Me quieres tirando a poco o tirando a dar? ¿Estás conmigo porque voy donde vayas o porque te dejo ir?
La palabra mareo se parece a la palabra amor. ¿En qué quedamos?
Tengo una idea: Vayamos al concierto de EL CARTERO ROCKERO para que nos saque de dudas.
Honrado y agradecido .......
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