La humana especie se divide en dos mitades antagónicas. Mientras una parte lucha por la supervivencia, la otra parte le da caza y muerte.
Mientras unos se cogen de la mano, otros aprovechan para vaciarles los bolsillos.
Desprecio y oportunidad es lo mismo. Cascadas de hielo indolente, atisbo de ganancias.
El patio del demonio se llama parqué de la bolsa, obsceno juego de modernos con el alma vendida al dueño del patio.
El engaño hecho diploma.
La mitad brillante necesita de la mitad mate. Y tanto más la busca cuanto más destellos necesita para hacer brillar la mierda.
Los negocios pertenecen a la cúspide de una pirámide insaciablemente enferma, con la base repleta de cuerpos cándidos, hacinados y despojados.
Urge una revuelta, un aquí se muerden piedras, un aquí se pierden muelas.
Los mejores necesitan a los "peores", para ser.
El precio lo marca el mercado. Si el mercado cae, el precio sube. A quien puede pagar no le importa quien lo pague.
Urge no una revuelta, sino la revuelta de los hacinados y despojados.
¿Podrá sustentarse una pirámide teniendo la cúspide como base?
Los mercados de valores caerían al parqué como nunca antes lo habían hecho.
¡Que se jodan!, diría la justicia humana. Y la divina.
;) Que se jodan sí
ResponderEliminarUn abrazoo