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jueves, 27 de febrero de 2014

COMETAS



En contadas ocasiones nacen personas de fuego helado. Son imposibles de retener. Son cometas que bellamente se alejan rápido. Persiguen intensidades, metáforas y sueños. Cruzan infernales senderos tortuosos sin mirar atrás, con la digna herida expuesta, sabiendo que no hay tiempo para lamentar pequeñas pérdidas en un recorrido plagado de dulces trampas hacia la libertad. Para detenerse, los cometas no se hicieron. En eterna fuga brillan y si los intentas tocar, queman. Mejor mirarlos y admirarlos de lejos. Y gracias. Eso si tienes la humildad para distinguirlos y la fortuna de vivir una noche en la que esas estrellas fugaces se dejen caer.
En algún raro momento nacen personas salvajemente humanas. Insobornables. De inútil doma. Las más ambiciosas son las que no dependen de la ambición. Las más puras son las que dudan de su propia pureza y son clementes enjuiciando al resto. Las más libres son las que no aceptan más cadenas que las suyas y que fundirlas tiene un precio que solo ellas pueden pagar.
Si alguna vez ves un cometa exhausto, cansado y a punto de apagarse, no llores por él. Sonríe y agradece su paso cerca de ti. Alguien tiene que hacer de la vida algo valioso. Eso si tienes la humilde y afortunada capacidad de distinguir cometas a ras de suelo. Y gracias.

jueves, 20 de febrero de 2014

JUSTICIA AUSENTE



En los márgenes se libran las batallas más decisivas. Donde la luz no llega las sombras juegan a desaparecer. Las almas subrayadas de vanidad hieren como espectros afilados. Donde la justicia está ausente, lo mezquino medra. Bajo éxitos sin esfuerzo hay cadáveres con cal. La lucidez muere en la certeza como la comprensión en el desdén. Tras siglos de perfeccionamiento emerge la avería. En el abrazo está el ahogo como en la confianza la traición. Las inspiraciones están condenadas a espirar, las historias a repetirse y los sueños a despertar.
Las élites viven en burbujas al margen de la marginalidad y, a costa de parecer contradictorio, lo hacen a su costa, y lo seguirán haciendo mientras la justicia esté ausente. El engaño más eficaz está en palabras tipográficas hechas ley, débiles palabras sujetas a la interpretación de jueces ausentes de justicia. Bajo sus togas los favores debidos prosperan como la estupidez en la vanidad, como gánsteres en épocas de crisis que amenazan sus bajos.
La historia vil se repite hasta la náusea mientras lo justo no esté disponible.

jueves, 13 de febrero de 2014

ESPERANDO MEJORAS



Prueba a hacer las presentaciones entre tu cabeza y tu corazón. Igual mejoras. Si te sirve de consuelo, no es mi caso. Es lo que tiene la competición, la lucha.
Bajo la alfombra anidan coartadas de todos los pelajes. Mi aspiradora allí no llega.
La visión se enturbia por la complacencia, por la falta de tono muscular y por la dejadez más supina. Sé que el esfuerzo produce mejoras pero, el saber está tan lejos del corazón que en el intento de conexión se puede morir de cansancio. Y esperar un milagro no es razonable. En cualquier perdida estación de autobuses hay gente esperando mejoras. Cada semilla espera ser árbol. Un bebé no sabe que espera crecer. Y la muerte nos espera a todos.
Alicia presentó sus fantasías a su realidad frente al espejo y éste fue un mero invitado de piedra, un testigo prescindible ante lo inesperado. Aunque, menos en los cuentos, hasta las mejoras sufren la espera: Todas las mejoras esperan empeorar.

jueves, 6 de febrero de 2014

QUÉDATE CON UN TONTO COMO YO


Si miras lo que soy me quedo sin argumentos para pedirte que te quedes conmigo.
El trabajo se me amontona, la guarida no me sirve, la flaqueza no depende de mi porcentaje de carne alrededor de los huesos. Rastros de incongruencias, perfume barato, aliento de ginebra y cerveza, desastre en los objetivos, belleza bien oculta, imbecilidad manifiesta, cabeza amueblada con madera carcomida, dignidad ausente. Quédate conmigo. Sé ver la dificultad que supone convencerte. Quédate conmigo. Dicen que los milagros no existen, en tu mano está hacer uno.
A las primeras de cambio consigo espantarte, sin planificación. Y aun así tengo los santos cojones de pedírtelo: quédate conmigo. Al lado de un tonto completo.
De carencias todos vamos sobraos, pero lo que a mí me sobra es la certeza de mis carencias. Carácter voluble de precisa indecisión. Susceptible como todos los engreídos que se creen víctimas de un complot mundial contra ellos. Incapacitado para mantener la más mínima dignidad como todo aquel que se permite hacer pucheros ante cualquier contrariedad con peregrinas justificaciones.
Aun así, te pido que te quedes conmigo. Al menos te intento seducir con la torpeza malamente oculta, como si fuera un ilusionista al que no le importa enseñar los trucos. Al menos me pongo colorao cuando vendo mis excelencias, porque no se puede vender lo que no se tiene.
Si miras lo que soy, verás lo que me falta: Tú.
Quédate con un tonto como yo.
Te prometo risas.
En serio.