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viernes, 27 de mayo de 2011

DUELE

Una mañana salgo a la calle sin levantarme de la cama.

Silbando mudo, ojeando el barrio con gafas oscuras, un pan blanco en el suelo y mis manos en los bolsillos.

Recuerdo que mi foto ya no adorna tu marco, que mis besos ya no adornan tus labios.

He comprado dos entradas para el cine sin pararme a pensar que hoy veré la película solo. Puedo verla otra vez, otro día. Cuando acaba estoy deseando comentarla contigo, pero estoy noria, sólo puedo comentarla sin ti.

Me apetece un helao, de esos que desbordan el cucurucho y se derrite tristemente porque no hay dos lenguas que lo apuren. Me mancho la camiseta y no hay nadie que saque un pañuelo de papel y que con su saliva intente limpiar la impresentable señal de tu falta.

Tu ausencia me marea como si a un marinero lo dejas en tierra para siempre.

Veo un fotomatón y entro contento, pero las fotos salen brutalmente tristes, por mucho que me mueva, yo no soy dos.

Vuelvo a casa y adormecido dejo caer los párpados, entregado a la pérdida.

Tras un rato de mal sueño, despierto y me besas.

Duele perderte hasta en sueños.

jueves, 26 de mayo de 2011

ESTADOS ALTERADOS DE INOCENCIA

Los límites vuelan por los aires cuando todavía no se han fijado, explotan dulcemente en los brazos de vidas incipientes, recipientes, pasos minúsculos de hormiga, corazones saltarines henchidos de futuro.

La realidad se puede abandonar con leves saltitos de pureza. Ahora aquí, luego más allá. Alas de ángel que sirven de transporte por el éter hasta que se atrofian y caen pesadamente como níveas plumas abatidas por la escopeta del tiempo. Hay cartuchos suficientes para acabar con todas las almas.

Hay un arsenal esperando.

Los psicofármacos se utilizan para retrasar el desastre, pero dejan de ser efectivos cuando se convierten en el desastre mismo. Y las farmacias y los poblados están llenas de ello.

Hay un arsenal esperando.

Si estás caíd@, puedes volar, pero si vuelas, caerás.

Las mariposas son carroñeras porque antes fueron gusanos. Si esto no se olvida, queda un tatuaje de dos puntos azules carceleros que nos recuerda el vuelo que dimos en estados alterados de inocencia.


jueves, 19 de mayo de 2011

PÁGINAS SUELTAS

Anillos de humo enredados en el pelo de una idea peregrina.

Peregrinos caminando por un sendero espiritual.

Espirituales negros en iglesias inexistentes de una plantación algodonera.

Algodones curativos empapados con alcohol en una herida abierta.

Abierta hasta un amanecer incierto.

Falsas certezas congeladas por la fuerza de la repetición.

Repetidas promesas incumplidas salpicando la tarta de la costumbre.

Acostumbradamente dejamos la decisión a otros.

Otros que no somos nosotros.

Nosotros que soy yo reflejado en un espejo roto.

Roturas acumuladas como páginas sueltas en un diario vulgar, áspero, privado de interés.

Intereses creados con desgana.

El que desgana, pierde.

Y el que pierde, se evapora cual anillos de humo como páginas sueltas de la historia de mi vida.

CEJAS PINTADAS EN MI BOCA. Y TRAGADAS (Dedicado a Roma y a Ruth)

Es un lujo perder una apuesta de esta forma. Es hermoso haber perdido y haberme equivocado clamorosamente, ridículamente, divinamente.

La entrada anterior la escribí el catorce de mayo. Al día siguiente nació el 15M. Nunca me ha alegrado tanto meter la pata hasta el fondo de mi pesimismo ensimismado. No me sorprende ser estúpido, ya lo sabía, pero me faltaba conocer los límites: no tengo.

Soy un zombie liberal de puños de cera derretida junto a una hoguera de almas manifestando dignidad, solidaridad y musical revolución.

Llevo toda la semana llorando de emoción como una auténtica nenaza al ver las concentraciones espontáneas de bella indignación ciudadana. ¡Qué hermosura de juventud!

Los financieros y los políticos deberían esconderse bajo las piedras de la vergüenza más absoluta. Este movimiento los deja con el culo al aire y sin limpiar.

Y no me importa pecar de bipolaridad. El futuro pertenece a las personicas tiernas.

La spanish revolution me deja con la apuesta perdida, pero con el corazón inflamado de felicidad. Hay que apostar por ell@s.

Me pinto las cejas en la boca y me las trago. ¡Ay qué bien me sienta reconocer mi propia equivocación!


sábado, 14 de mayo de 2011

CEJAS PINTADAS CON CARBÓN

Más que libertad entre las cejas tenemos disparos en la sien.

Somos más zombies que seres vivientes.

Las manos no sirven para sujetar nuestras vidas. Vidas como agua escapando de los puños. Puños encallecidos, débiles, sin hueso.

Bajo las cejas, cuencas vacías.

Bajo el pecho, vientres podridos, sobrealimentados pero hambrientos.

Calzado de marca para pies encadenados.

Cuentas corrientes abultadas para pagar funerales suntuosos.

Somos liberales, no libres. Los libres son dos y no muchos más.

La libertad no se encuentra entre petulantes cejas depiladas.

Somos leños que no producen música, sólo humo y ceniza para un carbón futuro. Carbón que se convertirá en petróleo para ser extraído y usado por la gente venidera tan idiota como la actual, con las cejas huérfanas de libertad.

Apuesto a que así será.

CAMAS DESHECHAS

Fotogramas veloces de cuerpos desnudos entrando y saliendo de camas sin hacer.

Luces rápidas de amaneceres fusionados con colores de días que acaban.

Las sábanas son cortinas rojas de un teatro íntimo que suben y bajan con el desarrollo de húmedos sueños. Calentura, sudor, éxtasis y calma.

Brazos entrelazados enfermos de amor. Bendita enfermedad.

Rozamientos imposibles, visiones lejanas, creciendo como pasteles en el horno.

Bultos irreconocibles en una noria donde tú soy yo y yo tú.

Los ojos brillantes son armas definitivas que aniquilan dudas y soledades instantáneamente, como rayos láser reproduciendo música emocionante. Benditos rayos lectores.

Prefiero camas deshechas a lechos de exposición. Prefiero almohadones manchados de rímel a fríos cojines impolutos.

En invierno, la colcha es la tapa dura de un libro de Ovidio. Las sábanas son sus páginas que prefiero amarilleadas por la luz y el uso.

La película termina en dos suspiros y los créditos se desvanecen suavemente cuando el sueño apaga las luces.