Anillos de humo enredados en el pelo de una idea peregrina.
Peregrinos caminando por un sendero espiritual.
Espirituales negros en iglesias inexistentes de una plantación algodonera.
Algodones curativos empapados con alcohol en una herida abierta.
Abierta hasta un amanecer incierto.
Falsas certezas congeladas por la fuerza de la repetición.
Repetidas promesas incumplidas salpicando la tarta de la costumbre.
Acostumbradamente dejamos la decisión a otros.
Otros que no somos nosotros.
Nosotros que soy yo reflejado en un espejo roto.
Roturas acumuladas como páginas sueltas en un diario vulgar, áspero, privado de interés.
Intereses creados con desgana.
El que desgana, pierde.
Y el que pierde, se evapora cual anillos de humo como páginas sueltas de la historia de mi vida.
Hola Finico, aquí estoy.
ResponderEliminarNos evaporamos y volvemos a ser líquido, después sólido, luego otra vez vapor. Eso concentra nuestra existencia.
Un beso grande.