Ha llegado un extraño propietario a este cúmulo de escombros.
De imponente envergadura, venas marcadas y recia sonrisa. Nada parece importarle, habla de cualquier cosa, apenas se tiene en pie y aun así está en lucha. Mantiene la mirada alta, el puño encarcelado y el corazón tierno. Enfrente tiene la más perra de las vidas, pero su arma oculta munición suficiente para vencerla.
No le preguntes nada inapropiado, podría fulminarte con su encallecida mirada.
Muy de joven tuvo un sueño, lo cogió por las pelotas y lo obligó a cumplirse.
Su mejor vestido son unas botas excéntricas, un sombrero de doble ala y un pasado tan duro como el desprecio.
Si Jesucristo tuviera una segunda oportunidad elegiría la piel de este humano polvoriento para hacer su trabajo. Hace más de dos siglos que comprendió la trampa de esta perra vida.
Ha llegado un extraño con un motor en la cabeza, una navaja en la lengua, un corazón inflamado y un espíritu a prueba de bombas.
Su abrazo te rompe los huesos, pero a cambio te da dulzura y ardor para poder combatir sobradamente esta perra vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario