Afectos, rugosidades, saltos sin red, bonanzas, acerbos.
Áridas contingencias, jarabes difíciles de tragar y molestas felicidades.
Así crecen los recuerdos si giras la cabeza para contar el pasado.
Amores en sepia, lugares disueltos en la bruma y sudores congelados por el terror.
Amigos queridos y expulsados, tesón en la mediocridad, frugal impulso.
Así cuenta la huella, como una incógnita sin despejar o un tumulto solitario.
Ahórrate tormentos y no quieras echar raíces cuando estés volando o quieras flotar cuando tus pies penetren en el núcleo terrestre.
De nada sirve escapar de lo que te precede. Mejor es girar la cabeza y mirar de cara lo ocurrido para poder avanzar.
En mi vida lo peor soy yo.
En mi vida lo mejor son los demás y tú.
Sobre todo tú.
Morir es a aceptarse como vivir es a cuestionarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario