Google Website Translator

jueves, 15 de agosto de 2013

PEQUEÑECES PARA UN MUNDO EMPEQUEÑECIDO



Con una caravana a punto del desguace se puede recorrer veinticinco veces el mundo. La coherencia es evidente: Chatarra pisando Chatarra. Total, el mundo está pidiendo una ITV a gritos. 
El cuenta-kilómetros miente más que cuenta. En la litera duermen chinches del tamaño de humanos. En la cocinilla, las llamas de los infiernillos apenas se sostienen por la falta de oxígeno. Las bisagras de las puertas no chirrían, producen lamentos. La decoración se basa en los cuadros multicolores que aporta la opacidad de las ventanas que, para airear el vehículo, nunca se abren.    
En la ruta hay cruces de caminos en los que se ridiculiza a Satán al caer con su ambiciosa e inocente maldad en innumerables toco-mochos. 
Hay áreas de servicio sin servicio, si exceptuamos los que las putas ofrecen. En las gasolineras los surtidores son rellenables, dan garrafón. Las autopistas están hechas de facineroso asfalto e infladas comisiones de favor. 
Las ciudades son trampas hasta para los agujeros. La atmósfera es una red mutante tan estúpida como tupida. La necedad empequeñece todo cuanto toca.  
El mundo está encogiendo por momentos y llegará el día en el que será tan solo un ínfimo garaje. Ni la mugrosa caravana podrá aparcar en él. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario