Las historias se escriben con lo real y con lo imaginario. La juventud es una dulce promesa destinada a no cumplirse. El vigor más resplandeciente acabará lánguidamente opaco. Allí donde la belleza explota inacabable, retozando ingenua, crecerá la mugre. Es difícil mantener el tipo mientras se va cayendo. La misma tierra que sirve de patio de colegio para acariciar alegremente pequeños pies de tierna carne servirá como morgue para recibir sus descompuestas extremidades cuando la hora del recreo termine. La relatividad es el único concepto en el que caben las caricias y los golpes. Según donde se fije el punto de vista, habrá placer o dolor. Cualquier paraíso que se precie oculta un infierno en toda regla. Los motivos para el entusiasmo son intercambiables también con la depresión. Pasarán infinitas almas y no se podrá distinguir si sus huellas pertenecieron a cuerpos malditos o bondadosos. Entre la infección y la salud solo hay una transmisión patrimonial, y si el nuevo dueño paga sus impuestos, colabora con el bien común. Si hay estupidez en el mundo es porque hay estúpidos. Si hay sensatez en el mundo es porque hasta la imbecilidad tiene sus fallos. De nada sirve esquivar las pequeñas trampas si al final hay un enorme socavón insalvable inventado por un charlatán sin escrúpulos que, solo Él ríe sus gracias. Tanto esfuerzo por construir belleza, soportando golpes y caricias, para no conseguir ni un ápice de frescor en este lodazal de locura. El suicidio no sirve. Quizá, mentir. Imaginar que hay vida en el sueño. Que el sueño es la vida. Quizá ahí, y solo ahí, lo real no llegue.
Fórmula compuesta de música y lectura que busca poner la piel de pollo. Con la música seleccionada debería bastar, pero debo juntar palabras de mi magín por hacer algo. Gracias por la visita.
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jueves, 7 de septiembre de 2017
CARICIAS Y GOLPES
Las historias se escriben con lo real y con lo imaginario. La juventud es una dulce promesa destinada a no cumplirse. El vigor más resplandeciente acabará lánguidamente opaco. Allí donde la belleza explota inacabable, retozando ingenua, crecerá la mugre. Es difícil mantener el tipo mientras se va cayendo. La misma tierra que sirve de patio de colegio para acariciar alegremente pequeños pies de tierna carne servirá como morgue para recibir sus descompuestas extremidades cuando la hora del recreo termine. La relatividad es el único concepto en el que caben las caricias y los golpes. Según donde se fije el punto de vista, habrá placer o dolor. Cualquier paraíso que se precie oculta un infierno en toda regla. Los motivos para el entusiasmo son intercambiables también con la depresión. Pasarán infinitas almas y no se podrá distinguir si sus huellas pertenecieron a cuerpos malditos o bondadosos. Entre la infección y la salud solo hay una transmisión patrimonial, y si el nuevo dueño paga sus impuestos, colabora con el bien común. Si hay estupidez en el mundo es porque hay estúpidos. Si hay sensatez en el mundo es porque hasta la imbecilidad tiene sus fallos. De nada sirve esquivar las pequeñas trampas si al final hay un enorme socavón insalvable inventado por un charlatán sin escrúpulos que, solo Él ríe sus gracias. Tanto esfuerzo por construir belleza, soportando golpes y caricias, para no conseguir ni un ápice de frescor en este lodazal de locura. El suicidio no sirve. Quizá, mentir. Imaginar que hay vida en el sueño. Que el sueño es la vida. Quizá ahí, y solo ahí, lo real no llegue.
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