En un cuerpo saturado se debe encontrar la salida de emergencia, en un cráneo con las ideas comprimidas, también; probablemente todo explote si no se encuentra, aunque bien mirado una salida¹ es.
La física podrá resultar bárbara pero se la ve venir. En las fórmulas están los patrones, como en la Historia está incluida la repetición.
El inofensivo vapor es un arma devastadora dentro de una olla exprés. Un padre pacífico es un portero de discoteca si no tiene nada con qué alimentar a sus hijos. En la presión es donde tiene sentido la salida de emergencia. En la vida es donde tiene sentido la muerte. Y en lo nefasto, la fortuna.
Tengo el cuerpo ahíto de cansancio, la prole colmada de inexistencia y la mente comprimida por el vapor.
Mi futuro es una necrópolis. Sin pasado digno de recordar. Fosa anónima y común.
Me aprietan cada uno de los órganos internos saturados de comprimido desorden. Igual reviento por no encontrar la salida. Pero tarde o temprano saldré.
Lo juro. Tengo palabra. ¹Algo desperdigada quizá.
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