Ir hacia adelante es retroceder por un tropiezo o incluso atascarse en una pronunciada pendiente. Los segundos son promesas de minutos inalcanzables como saltos de aguja en discos rayados o como prólogos de narraciones sin continuación. Vuelven las catástrofes cual orugas retorcidas sobre alimentadas de miedo. Los relojes cumplen su banal función palpitando aburrimiento con lánguida insistencia. Es al final del verano cuando los corazones suelen reventar por las mismas y viejas costuras. El día de hoy es un calco de angustia de ayer que fructificará mañana como un feliz tropiezo. Las piedras son fósiles del error en el que volveremos a caer. El tiempo es metálico, de sangre sin anemia. El tiempo es circular, de signo pi sin paradas. Los satélites cumplen su órbita sin inquietud, sin hacerse preguntas innecesarias, sin desafiar al divino destino, dejándose llevar con suavidad hacia adelante. El patrón es un modelo que no rechista. Somos mortales patrones imperfectos condenados a una eterna resurrección hecha con el compás de un dios confuso, atrapado y perdido en un tiempo circular que, de tanto repetirse ha conseguido hacerle olvidar que fue él, y solo él, quien lo creó.
Fórmula compuesta de música y lectura que busca poner la piel de pollo. Con la música seleccionada debería bastar, pero debo juntar palabras de mi magín por hacer algo. Gracias por la visita.
Google Website Translator
viernes, 17 de octubre de 2014
EL TIEMPO ES CIRCULAR
Ir hacia adelante es retroceder por un tropiezo o incluso atascarse en una pronunciada pendiente. Los segundos son promesas de minutos inalcanzables como saltos de aguja en discos rayados o como prólogos de narraciones sin continuación. Vuelven las catástrofes cual orugas retorcidas sobre alimentadas de miedo. Los relojes cumplen su banal función palpitando aburrimiento con lánguida insistencia. Es al final del verano cuando los corazones suelen reventar por las mismas y viejas costuras. El día de hoy es un calco de angustia de ayer que fructificará mañana como un feliz tropiezo. Las piedras son fósiles del error en el que volveremos a caer. El tiempo es metálico, de sangre sin anemia. El tiempo es circular, de signo pi sin paradas. Los satélites cumplen su órbita sin inquietud, sin hacerse preguntas innecesarias, sin desafiar al divino destino, dejándose llevar con suavidad hacia adelante. El patrón es un modelo que no rechista. Somos mortales patrones imperfectos condenados a una eterna resurrección hecha con el compás de un dios confuso, atrapado y perdido en un tiempo circular que, de tanto repetirse ha conseguido hacerle olvidar que fue él, y solo él, quien lo creó.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario